A la hora de perfeccionar nuestros conocimientos los idiomas siempre han sido una idea. El inglés es la lengua que, en primer lugar, todo el mundo debería saber y desde ella ampliar otras tantas. Alemán o francés son opciones clásicas a la hora de estudiar un nuevo idioma, pero existen otras lenguas con una gran proyección, aparte del siempre mencionado chino, mucho menos extendidas entre los estudiantes y que pueden aportarte una grandísima ventaja competitiva. Son las lenguas de los países emergentes.
Mirar a Oriente
Obviando por un momento el caso del idioma chino, del que todos conocemos ya su importancia, otra de las lenguas que desde el punto de vista económico no hay que perder de vista es el árabe, pues la importancia de algunas naciones arábicas, especialmente del Golfo Pérsico como Arabia Saudí, Qatar o E.A.U; y el aumento de los lazos con estos países, hacen que las empresas soliciten profesionales que conozcan la lengua para buscar un trato más cercano con potenciales clientes. Ocurre lo mismo con el ruso, una de las lenguas más complicadas en parte por su alfabeto cirílico, pero también otro de los idiomas que gana importancia en el ámbito empresarial al ser el país euroasiático una de las economías más emergentes.
Pero no todo son lenguas complicadas de aprender. Sin ir más lejos, el portugués destaca como una importante lengua de interés. Si ya lo era antes en nuestro país por la cercanía con Portugal, ahora lo es más por las oportunidades laborales que Brasil ofrece, y a lo que se suma la inminente llegada del Mundial de fútbol en 2014 y sólo dos años después los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016. Brasil, en tan sólo diez años, ha puesto el cohete en su estatus económico y ha pasado a convertirse en un paraíso de oportunidades para la inversión extranjera. Gracias a las medidas para la estabilización económica en un contexto de crisis financiera mundial, los expertos pronostican crecimientos anuales de entorno más de un 4% para la bestia sudamericana.
La ventaja del español
Sin duda otra de las lenguas más prósperas para el ámbito comercial es el español. Aunque la recuperación económica de España no se atisva cercana, países de habla hispana como Argentina, Perú o Colombia, encadenan aumentos anuales en sus economía que los hacen estar en el punto de miro de la inversión. Contar con este idioma ya aprendido supone un punto importante a nuestro favor y una ventaja que no disfrutan países importantes pero con lenguas más desapercibidas en un contexto internacional como Italia, Suecia o Dinamarca.
Son algunos ejemplos de lenguas con mucha proyección y cuyo aprendizaje puede abrir las puertas del mundo laboral tanto en empresas nacionales como especialmente aquellas con una mirada internacional. Porque, al fin y al cabo, aunque hay personas que aprenden idiomas por placer, la mayoría busca busca en ellos una ventaja profesional.